Terrenal y algo neurótico. La Cabra de Capricornio tiene los pies bien puestos en la tierra y busca el éxito material. Pero siente la naturaleza fantasiosa de la Cabra en su interior y por eso se vuelve difícil de complacer. Busca lo práctico pero reprime la atracción que le producen la imaginación, los sueños, las fantasías. En el amor le pasa lo mismo: sueña con vivir un amor impulsivo y pasional pero sus tendencias racionales le ganan. Y aunque de vez en cuando se entregue al arrojo y la fogosidad, siempre preferirá una vida calma y tranquila, hogareña.
Confianza. La Cabra de Capricornio reprime la pasión que siente porque siente que de otro modo perderá el control. Pero si tiene a su lado una persona que le inspire confianza, empieza a sentir que puede ser cómo es sin tanto miedo. Así, empieza a soltarse y a vivir de manera menos precavida y neurótica. Pero si se pierde esa confianza, nunca se la vuelve a ganar: este signo no perdona jamás una mentira o un engaño.
El fuego (correspondiente a la Cabra) y la tierra (correspondiente de Capricornio). La tierra es ambición y seguridad; el fuego es impulsividad y ardor. Pero el segundo arde con más fuerza que el primero, así que la confianza de la tierra desaparece y crea dudas, miedos, un cierto recelo al potencial pasional que este signo combinado tiene en su interior.
Los Conejos de Tauro, Leo y Piscis. Aunque la convivencia es más difícil, tiene una química sexual muy poderosa con los Caballos de Escorpio y Leo.
Los Búfalos, Tiegres y Perros de Libra son enemigos por naturaleza de la Cabra de Capricornio. Tampoco hay química con otras Cabras.