Práctico y laborioso. El Búfalo aporta perseverancia, y Aries el talento necesario para triunfar en la vida. Pero la comodidad con que el Búfalo de Aries se mueve en el mundo profesional no se repite en su vida privada: le cuesta hablar de sus sentimientos y emociones. Es muy tradicional y como es puro cuerpo, pura fuerza física, le resulta muy difícil comunicarse. El Búfalo de Aries es un amante posesivo y fogoso, hay que enseñarle a tratar al ser amado con más suavidad. Esto es especialmente verdad en la cama.
Estabilidad. Cuando el Búfalo de Aries se enamora, se enamora para siempre. Busca casarse, tener hijos, construir un hogar: lo que quiere es una vida tranquila. No hay que esperar de ellos arrebatos románticos: el amor para este signo es muchas cosas (deseo, compañía, fidelidad), pero las caricias, el cuidado, los mimos, no son su fuerte. Jamás perdonarían un engaño o una mentira, y esas situaciones los hacen pasar del amor intenso al odio profundo con rapidez.
El agua (correspondiente al Búfalo) y el fuego (correspondiente a Aries). La potencia y energía del fuego no llega a ser destructiva porque el agua le brinda cierto equilibrio. Pero se trata de un equilibrio muy precario: sacar al Búfalo de Aries de sus estructuras lo volverá una fuerza potencialmente dañina.
Las Serpientes de Géminis o los Dragones de Sagitario son más relajados que el Búfalo de Aries y pueden divertirlo mucho. El amor entre esos signos estará lleno de risas, pero también puede encontrar la felicidad con los Jabalíes o los Gallos.
Los Tigres, especialmente los de Virgo, que son demasiado complicados y pretenciosos para este signo. Los Piscis en general, tal emocionales y emotivos, no encontrarán en el Búfalo de Aries lo que necesitan.